Fuentes: Wikipedia, Tripadvisor, Elaboración Propia

La Feria del Caballo es una feria que se celebra cada mes de mayo en Jerez de la Frontera. Declarada de Interés Turístico Internacional, se trata, junto con la Semana Santa una de las mayores y más importantes fiestas de la ciudad.

Su origen esta ligado a la Edad Media, cuando desde la Corona establecían una semana de comercio de ganado libre de impuestos. Esto hacía que los comerciantes aprovecharan esta semana para comprar y vender en abundancia. La primitiva Feria, se localizaba en pleno centro entre la Plaza de la Yerba y la Puerta Real.

La Feria en sí es un negocio gastronómico y de ocio, con casetas para comer, bailar y beber los mejores vinos. También en ella podemos encontrar un rincón de ocio para los pequeños en los conocidos «Cacharritos» con montañas rusas, cataratas, tómbolas, etc.

¿Cómo es la Feria desde el punto de vista de la Economía y la Empresa?

En un mismo recinto compiten numerosas empresas que diferenciamos en:

1. Casetas:

• Casetas de comida: Centradas en la gastronomía y el vino.
• Casetas de bebida: Centradas en el baile y la bebida.
• Casetas mixtas: Una mezcla de las dos anteriores.

2. Atracciones.

3. Puestos diversos de comida, bebida y artesanía.

Año a año, se producen diferentes innovaciones en la Feria que hacen que las casetas o puestos obtengan una ventaja competitiva respecto al resto. Hace un par de años apareció una bebida que se puso de moda rápidamente el «Pepe Limón» granizada de Limón con fino Tío Pepe, que hizo de la caseta dónde se comercializaba una de las que, actualmente, tiene más ambiente en la Feria. Otro ejemplo son los pinchos morunos, que en algunas casetas los ofrecen de una forma diferente a las demás.

Entre los puestos diversos podemos encontrar gran diferenciación entre los que venden juguetes para los niños, ropa, pulseras y este año me ha llamado la atención que hay algunos dedicados exclusivamente a la venta de zapatos.

Las apuestas por comercializar una nueva bebida, comida o un nuevo producto son las que hacen surgir las ventajas competitivas, que en el primer año de introducción a la Feria, se pueden traducir en un fracaso o en grandes beneficios. La clave es observar las posibles necesidades y satisfacerlas.

Pongo como último ejemplo la venta de bolsas de hielo en la zona de la Rosaleda, dónde la mayoría de las personas ya acuden sin hielo y lo compran allí. Una posible nueva necesidad podría ser la venta de vasos de plástico, habría que observar cuánta gente acude sin vasos (por olvido o por no tenerlo) y si estarían dispuestos a pagar un precio algo superior al de mercado a cambio de tenerlo en el mismo sitio (sin tener que salir del parque).

La economía y la empresa están presentes en nuestro día a día, sólo tenemos que observar para comprender nuestro alrededor.